Los juegos
serios son aquellos videojuegos que tienen como objetivo que el jugador
ponga en práctica alguna habilidad específica o que desarrolle alguna competencia. No por
enseñar dejan de ser videojuegos, lo cual implica que generan al jugador toda la
experiencia de un videojuego, con la peculiaridad de que no sólo entretienen.
La relación jugar-entretener no es nueva. Incluso
es tan vieja como el ser humano. Cuando los niños imitan a sus padres
juegan a ser como ellos, gran parte del comportamiento humano fue aprendido por
imitación, mientras el niño jugaba a ocupar un rol que aspira ocupar. Bajo esta
lógica, la universidad resulta la más grande experiencia multijulgador, pues en
cada presentación los alumnos representan el rol de un profesional y junto con
los profesores tratan de hacer el juego tan realista como la vida misma. Una
mala calificación no es el fin, pero un diez sí representa un logro entre los
compañeros de clase.
La curva de
dificultad
Los
videojuegos están estructurados de forma que la dificultad es gradual y siempre
ascendete, por lo que el jugador que avanza en un juego es porque pudo superar
una curva de dificultad, aprendió a dominar la interface del juego, y durante el proceso
desarrolló habilidades específicas.
La experiencia
Todo
videojuego representa una experiencia en donde se procura brindar al jugador la
libertad de elección, así como un sistema de gratificaciones que le permitan identificar
los aciertos mediante estímulos inmediatos. El jugador disfruta sumergirse en
un mundo interactivo creado a su medida, donde el progreso se aprecia de forma
inmediata y clara. Jugar siempre debe ser una experiencia agradable, y aunque
hay retos complicados por los que se sufre un poco, las reacciones producidas
al superar un reto permiten al jugador una satisfacción mayor.
Antes
videojuego, que educativo
Todo
videojuego educativo debe evaluarse desde la perspectiva de un videojuego, una
vez que cumple con los elementos lúdicos básicos, es que se le adhieren los
elementos pedagógicos concretos. La intención es garantizar que los serious games sean en efecto videojuegos
divertidos, que además contribuyan al desarrollo de competencias precisas en el
jugador. Una clase disfrazada de videojuego generará frustración en los jugadores.
Narrativa y
contexto
La narrativa
dentro de los serious games permite
ubicar al jugador en un contexto realista, o al menos en un contexto donde le
es sencillo entenderse y ubicarse en ese entorno. La narrativa ha sido durante
todos los tiempos una herramienta que ayuda al ser humano a comprender mejor su
entorno, identificarse y ayudar a establecer las reglas básicas de convivencia.
El realizar un serious game en el
contexto de una historia permitirá al jugador identificar roles específicos reales,
además de que se apropia de los temas de una forma más sencilla.
Aprender jugando fue el sueño de muchos de nosotros. Para muchos niños con acceso a videojuegos educativos, aprender lleva como condición obligada el estar en un entorno dinámico e intaractivo. Esto cambiará no sólo la educación sino la forma en que se difunde el conocimiento.
Josue Rodrigo Contreras Granados
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